Este martes, 5 de noviembre,
se celebrarán las elecciones en Estados Unidos para suceder al demócrata
Joe Biden. Por un lado está la fórmula encabezada por la actual vicepresidenta,
Kamala Harris, y por el otro, su contrincante republicano, el expresidente
Donald Trump. Los candidatos estarían llegando empatados a la fecha límite
de la votación.
De acuerdo con el sitio FiveThirtyEight, Kamala
Harris ostentaría el 48% del total de los votos mientras que Donald Trump
conseguiría un 46,8% en las urnas, lo que los dejaría a apenas 1,1 puntos
porcentuales de diferencia.
Pero esa cifra -además de nimia,
por lo que haría falta un balotaje- no termina de definir cómo se conformará el Colegio Electoral.
Lo que ocurre es que los 538 votos
del Colegio Electoral (justamente, los "Five Thirty Eight") están
repartidos entre los 50 estados de manera fija, incluido el distrito federal,
Washington DC, que tiene un solo elector.
Por estados como California (que
tiene 54) o Texas (con 40) se vuelven decisivos en las urnas, al igual que como
ocurre en Florida, que aporta 30 votos al Colegio Electoral. Justamente esos
distritos tienen -tradicionalmente- posturas muy definidas a favor de uno u
otro partido.
Otro tanto ocurre con Nueva York
(el estado, no la ciudad) tiene 28 miembros en el Colegio Electoral, pero no
así con Pensilvania, que tiene 19 electores.
Pensilvania es un terreno volátil, de
acuerdo a los sondeos previos a las elecciones en Estados Unidos, porque 47,9%
votaría a Trump y el 47,8%, a Harris, cuando hasta hace unos meses la actual
vicepresidenta era la candidata preferida.
Al parecer, otro tanto
ocurriría en Nevada, que aporta sólo 6 votos al Colegio Electoral y podría
quedar para cualquiera de los dos candidatos: 47,8% para Trump y 47,4% para
Harris.
Otros estados donde podría haber
sorpresa son Georgia y Carolina del Norte (ambos con 16 votos); Michigan,
que tiene 15; Arizona, con 11 electores; y Wisconsin (10).
En todos esos estados la distancia
entre Kamala Harris y Dondald Trump está reducida a décimas de puntos
porcentuales, y eso podría cambiar el resultado de las elecciones en Estados
Unidos: para que un candidato gane en primera vuelta necesita un mínimo 270
votos colegiados.
En 2016, por ejemplo, la demócrata
Hillary Clinton ganó las elecciones por más de 3 millones de votos contra
Donald Trump pero el republicano se aseguró 306 votos electorales contra los
232 de ella.
Ahora, Donald Trump estaría a la caza
de los votos de los estados "indecisos", obviamente con la intención
de repetir su victoria de 2016, ahora contra otra mujer del Partido Demócrata.